En su discurso ante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), el mandatario llamó a seguir la senda del desarrollo pacífico, la apertura, la inclusión y la solidaridad, así como rechazar cualquier amenaza de desatar una nueva guerra fría.
Convocó a los miembros del grupo a aprender de las experiencias y lecciones del pasado mientras se busca avanzar hacia la integración de la zona y preservar su estabilidad en medio de crecientes desafíos e incertidumbre en el mundo.
Indicó que la cooperación económica en Asia-Pacífico impulsó el crecimiento, con beneficios para los pueblos y los objetivos de desarrollo de las distintas naciones.
Pero insistió en profundizarla en el contexto del APEC, mediante el establecimiento de un gran área de libre comercio y la articulación de las estrategias nacionales de desarrollo con una asociación económica a nivel regional.
Xi también abogó por ampliar la conectividad, mantener sin interrupciones las cadenas de suministros industriales, fomentar el progreso verde y dar impulso a la revolución científico-tecnológica, las nuevas formas de hacer negocios y a la economía digital.
Entre otros planteamientos, aseguró que China está comprometida y contribuirá más a la estabilidad y prosperidad de la zona.
El mandatario llegó este jueves a Tailandia procedente de Indonesia, donde asistió a la cumbre del G20 en Bali, dialogó con varios gobernantes del mundo y también cumplimentó una visita oficial.
Permanecerá hasta el sábado allí y como parte de su agenda está previsto que dialogue con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y dignatarios de otras naciones.
Tras la participación en el foro del APEC, desarrollará el programa de su visita de Estado a Tailandia.
Xi Jinping realiza su segundo periplo al extranjero este año, pues en septiembre Uzbekistán y Kazajastán fueron sus primeros destinos desde enero de 2020.
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