Las autoridades educativas alentaron a todos los actores a continuar movilizándose y recordaron que la enseñanza no puede esperar.
Asimismo, señaló que no debe existir amenaza o ataque contra los centros educativos y la sociedad debe acompañar a los infantes pues constituye la única manera de construir un futuro mejor para el país.
La cartera, igualmente, anunció que trabaja en un nuevo calendario escolar adaptado para el presente año académico que tomará en cuenta los desafíos del país.
Casi tres meses después de la fecha oficial de inicio del curso, aún muchas escuelas de Haití no abrieron sus puertas en medio de un convulso clima político y económico, además de la reciente crisis con el desabastecimiento de los combustibles.
A finales de agosto el Ministerio de Educación de Haití accedió a la petición de posponer el inicio del curso, programado para el 5 de septiembre, formulada por asociaciones de padres y docentes ante la gravedad de la crisis económica.
Sin embargo, un mes después, el país fue sacudido por masivas protestas antigubernamentales que exigían la renuncia del primer ministro Ariel Henry y luego los grupos armados bloquearon la distribución de los combustibles.
La educación es una de las principales víctimas de las recurrentes crisis de Haití, que se agudizaron en los últimos años con una sucesión de Gobiernos impopulares, recesión económica, desastres naturales, aumento de la pobreza y crecimiento de los grupos armados.
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