El EI señaló en un comunicado que durante esos ataques perpetrados en los primeros cinco días de mayo los yihadistas se apropiaron de armas y vehículos todoterreno, así como quemaron dos tanques pertenecientes al Ejército.
Los combates ocurrieron en las localidades nigerinas de Ekenewane e Intazy, en la región de Tahoua y en la de In-Tousa, en la zona de Tillabéry.
Según medios de prensa, en los tres ataques los yihadistas se apoyaron en el factor sorpresa, tras llegar a esas poblaciones en gran número en motos y vehículos, y disparar inesperadamente contra las patrullas militares.
Al retirarse se llevaron los cadáveres de sus efectivos caídos en curso de la respuesta dada por los soldados.
Durante los últimos meses las regiones de Tillabéri, Diffa y Tahoua se convirtieron en escenarios de reiterados ataques terroristas causantes de gran número de muertos militares y civiles.
La más reciente gran agresión registrada en el occidente de Níger ocurrió el 21 de marzo pasado, cuando un grupo de hombres armados atacó a las poblaciones de varias aldeas de Tillia, en Tahoua, con lo cual causó en total la muerte a 137 ciudadanos.
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