El Gobierno lanzó a principios de mes una campaña para alistar a 15 mil reclutas y a otros 35 mil comunitarios, estos últimos con la misión de proteger a las personas y las propiedades de sus localidades de origen.
De acuerdo con la ley vigente, un voluntario civil se define como “una persona de nacionalidad burkinesa, auxiliar de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, que voluntariamente sirve a los intereses de seguridad de su pueblo o sector de residencia”.
Los voluntarios, con edades comprendidas entre 18 y 77 años, reciben 14 días de entrenamiento cívico y militar antes de ser armados y provistos de medios de comunicación.
En Burkina Faso, como otros países cercanos, tropas de estados africanos combaten de forma conjunta desde 2015 a los entes radicales Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.
Dentro del territorio funge como presidente del actual Gobierno de Transición el capitán Ibrahim Traoré, quien el 30 de septiembre de este año encabezó un golpe de estado militar que derrocó al entonces cabecilla de la Junta militar Paul-Henri Sandaogo Damiba.
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