En una misiva enviada al Consejo de Seguridad de la ONU, Irán denuncia que pese a que la parte iraquí acordó eliminar las bases y desplegar a las fuerzas de seguridad en las fronteras comunes, así como extraditar a quienes cometieron crímenes, lamentablemente no ha adoptado hasta el momento ninguna acción efectiva para implementar lo pactado.
El texto, deja claro que después de numerosas negociaciones con las autoridades del Gobierno iraquí y la región del Kurdistán, a la República Islámica no le queda otra opción que defender la integridad de sus fronteras.
Teherán explica en la carta que durante años ha sido objeto de los ataques de los grupos terroristas hacinados en la región del Kurdistán iraquí, los cuales intensificaron sus actividades al enviar gran cantidad de armas para armar a los grupos afiliados y llevar a cabo operaciones terroristas en su territorio.
“Como resultado somos testigos del aumento de las pérdidas humanas, brutalidad, y la destrucción de las propiedades públicas y privadas durante los últimos disturbio», señala el documento.
La misiva enviada al Consejo de Seguridad, subraya la responsabilidad del Gobierno iraquí en controlar todo el territorio y las fronteras, y recuerda que se enviaron documentos innegables e información fidedigna a la nación vecina sobre las bandas separatistas y sus actividades.
El Gobierno persa insistió en que aboga por la solución a este problema mediante un mecanismo bilateral como parte de la lucha actual contra el terrorismo y refirmó su pleno respeto a la seguridad, la estabilidad de Iraq, así como su compromiso con la integridad territorial, unidad y la soberanía de esa nación.
Desde el 28 de septiembre, Irán inició una operación a gran escala contra bases, centros de entrenamiento y cuarteles de los terroristas kurdos, en respuesta a su papel en los disturbios desatados el 16 de septiembre, tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini.
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