La nueva presidenta del Consejo de Ministros (cargo oficial) pasó a encabezar el gabinete ministerial desde el cargo de titular de Cultura y antes ejerció el de Trabajo, que dejó por ser censurada por el Legislativo tras decretar una reforma que restauraba derechos laborales perdidos en virtud del modelo neoliberal.
Esta designación causó sorpresa en los medios de prensa e irritación en la oposición de derecha, porque descartaban a Chávez por considerar que su nombramiento sería confrontacional, debido a que la designada es objeto desde hace meses de ataques y acusaciones diversas.
El presidente Castillo coordinará con Chávez los nombramientos de los nuevos ministros, entre los que fuentes cercanas a la presidencia no descartaron que pasen a otros carteras algunos de los renunciantes.
La renovación del gabinete es considerada por Castillo como consecuencia de la negación congresal, ayer, de una moción de confianza atada a un proyecto de reforma legal para restablecer, según el Ejecutivo, el derecho ciudadano a reformar la constitución por referendo directo, lo que hoy está sujeto a la autorización del Congreso.
De repetirse un desenlace como el actual, la constitución establece que el presidente Castillo podrá disolver el Congreso, objetivo que el mandatario niega al señalar que solo busca que cese la hostilidad parlamentaria y se establezca una relación de gobernabilidad entre ambos poderes del Estado.
La juramentación de Chávez se realizó poco después de que el presidente derechista del Congreso, José Williams, lanzó un mensaje en video en el que consideró contraria a las normas la interpretación dada por Castillo al “rechazo de plano” a la moción de censura y lo acusó de buscar la disolución del Congreso.
Según Williams, en tal situación, el Congreso adoptará las medidas constitucionales que requiera, según dijo, la defensa de la institucionalidad del Legislativo, sin precisar a qué se refería.
Entretanto, legisladores de la tendencia de Williams plantearon la intención de denunciar al mandatario por infracción constitucional para separarlo del cargo por supuesta violación de la carta magna, tras fracasar otros intentos de desalojarlo del palacio de Gobierno.
La colisión desatada coincidió con la presentación por el congresista conservador Esdras Medina, de una moción de suspensión del presidente por incapacidad temporal, aunque legisladores de la misma línea acotaron que la medida fue prevista para casos de enfermedad de los gobernantes.
Ante tal objeción, el parlalamentario neoliberal Alejandro Cavero informó que la comisión de Constitución, controlada por su tendencia, se apresta a modificar las causales de suspensión para poder aplicar la medida a Castillo.
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