El mandatario asistió este lunes en el estadio Atahualpa, en Quito, a la graduación de esos funcionarios formados en cuatro meses y medio, quienes se unirán a los mil 500 que ya custodian a los 32 mil reclusos de la nación.
A ellos se sumarán 100 educadores para 10 centros donde se rehabilitan adolescentes infractores.
Según señaló el jefe del ejecutivo, la capacitación de los nuevos funcionarios fue realizada por instructores internacionales de Francia, Chile, Italia, Portugal y Colombia, mientras que la ONU, la Cruz Roja, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos apoyaron el proceso.
Tenemos más equipamiento y más servidores, pero sobre todo tenemos la voluntad de hacer cambios, aseveró el gobernante en relación con las medidas adoptadas frente a la escalada de inseguridad, las cuales reciben críticas de la ciudadanía y especialistas por no resolver el problema.
Lasso aprovechó la ocasión para culpar a la Asamblea Nacional (parlamento) por mantener engavetados más de 30 proyectos de ley que en su opinión contribuirían a frenar la violencia.
En Ecuador, en los últimos dos años, más de 410 reos han muerto en masacres carcelarias, es decir, bajo la custodia del Estado.
Esos enfrentamientos violentos se deben, a juicio de las autoridades, a la disputa de poder de las bandas criminales dentro de los centros de reclusión, un conflicto trasladado también a las calles.
Expertos alegan que ese panorama se debe al papel de esta nación suramericana en las nuevas rutas del tráfico de drogas hacia mercados en el norte y a la falta de inversiones tanto en áreas sociales (salud y educación) como para instituciones de seguridad.
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