Para la Corporación de la Industria de la Aviación, encargada del proyecto, el aval concedido por las autoridades del sector significa que la nave también cumple con los estándares de calidad y puede entrar a un mercado, dominado por los Boeing de Estados Unidos y los de la multinacional europea Airbus.
Ese permiso también indica que la fabricación del avión cumple con las normas nacionales.
Aparte del certificado de producción, el C919 también obtuvo el de aeronavegabilidad, pero todavía necesita el de aeronave, garantizando que es segura para operar.
El aparato comenzó a desarrollarse en 2015, dos años después realizó su vuelo inaugural y el pasado 19 de julio completó todas las pruebas con éxito, luego de demoras en el proyecto por el impacto de la pandemia de Covid-19.
Buscará competir con modelos como el A320 del fabricante francés Airbus y el Boeing 737 MAX de Estados Unidos, tiene de 158 a 168 asientos y oscilará de cuatro mil 75 a cinco mil 555 kilómetros de distancia.
Se espera que pronto comience la producción a gran escala del aparato y la entrega a la compañía China Eastern Airlines, que firmó un contrato para adquirir cinco equipos.
Dicha aerolínea, una de las principales del país, planea incorporar la nave doméstica a las rutas de Shanghái con ciudades como Beijing, Guangzhou, Shenzhen, Chengdu, Xiamen, Wuhan y Qingdao.
Otros clientes interesados son las aerolíneas Air China, China Southern Airlines, Hainan Airlines y la firma estadounidense GE Capital Aviation Services.
Además del C919, en China avanza la certificación de otros tipos de aeronaves de factura nacional, incluido los helicópteros AC352 y AC313A.
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