Para el 52 por ciento de los interrogados, afectaron negativamente la figura del mandatario las complicaciones del caso, que van desde venta de pasaportes, falsificación de documentos, cobro de coimas e incluso espionaje, entre otras presuntas fechorías.
La Usina de Percepción Ciudadana (UPC), encargada de la investigación, aseguró que también cayó la aprobación de la gestión del jefe de Estado en octubre y noviembre.
El 43 por ciento desaprobó el quehacer presidencial contra 35 por ciento que dio su visto bueno.
Según la UPC, el 69 por ciento de las personas consideró que el exjefe de seguridad presidencial tenía cómplices dentro del gobierno para cometer los delitos.
Se trata de otro porcentaje negativo en aumento respecto a octubre, cuando eso opinaba el 65 por ciento de los entrevistados.
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