Un comunicado de Ryanair apuntó que el memorando de entendimiento podría darle acceso potencial a 360 mil toneladas de SAF entre los años 2025 y 2030, una quinta parte de lo que necesitaría para alcanzar su objetivo de uso de este combustible del 12,5 por ciento.
Expertos señalaron que el acuerdo de Shell se suma a otros similares que la aerolínea sostiene con el productor de biocombustible finlandés Neste y el grupo austriaco de petróleo y gas OMV.
Respecto a la meta trazada del 12,5, el director general de Ryanair, Michael O’Leary, refirió no estar seguro de poder llegar a ese porcentaje para 2030.
No obstante, O’Leary consideró que de firmarse más acuerdos de este tipo con el propio Shell, Neste y otros proveedores de combustible aumentarían las posibilidades de llegar al ocho, al 10 o al 11 por ciento.
Quién sabe, ojalá arribemos al 12,5 por ciento en 2030, pero eso no sucederá a menos que tengamos una revolución dramática en el suministro de la producción de SAF y en la disponibilidad en nuestros aeropuertos, acotó el directivo.
Los expertos remarcaron que el combustible sostenible para la aviación suele producir hasta un 70 por ciento menos de carbono que los fósiles.
Esto ofrece a las aerolíneas una forma de ser más ecológicas sin dejar de volar, antes de que estén disponibles opciones de aviones híbridos, eléctricos o de hidrógeno, detallaron.
En tanto, Ryanair dejó patente el compromiso a reducir sus emisiones de carbono a cero para 2050, y enfatizó que el acuerdo con Shell podría ahorrar 900 mil toneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a más de 70 mil vuelos de Dublín a Milán.
Ryanair, la mayor aerolínea europea por número de pasajeros, opera una media de tres mil vuelos diarios y tiene previsto pasar de la cifra récord de 168 millones de usuarios actuales a 225 millones en 2026.
Por su parte, el grupo Shell remarcó su intención de que el combustible renovable represente el 10 por ciento de sus ventas mundiales de aviones para 2030.
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