La especie recién descubierta que vivió hace unos 71 millones de años, apenas medía 30 centímetros de largo y tenía largas mandíbulas llenas de diminutos dientes.
El paleontólogo de la Universidad Nacional de Seúl, Sungjin Lee, y sus colegas nombraron al dinosaurio Natovenator polydontus, el «cazador nadador de muchos dientes».
Después de exponer los huesos «nos dimos cuenta de que se trataba de algo especial, porque estaba muy bien conservado, con un bonito cráneo y un cuello extremadamente largo», declaró Lee.
Las mandíbulas largas y muchos dientes diminutos de Natovenator podrían ser una adaptación para arrebatar presas pequeñas, resbaladizas o que se retuercen del agua, según los científicos.
Lee y los coautores estiman que las costillas conservadas de Natovenator están orientadas en forma de barrido hacia atrás, similar a la de los pingüinos y las alcas.
Tal diseño parece ser una forma de aerodinámica esquelética que habría permitido a Natovenator nadar de manera más eficiente en los lagos y arroyos del Cretácico.
Existe evidencia de que algunos dinosaurios nadaban de vez en cuando, pero Natovenator es distinto de estos ejemplos anteriores, porque parece tener adaptaciones específicas relacionadas con el movimiento a través del agua, dijeron los expertos.
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