Una medida cautelar, emitida por el juez Emerson Curipallo de Santo Domingo de los Tsáchilas, permitió al exvicemandatario volver a las calles, donde lo esperaban decenas de personas entre amigos, activistas y medios de comunicación y un coro que decía: “Glas, amigo, Ecuador está contigo”.
Está libre un hombre inocente, detenido por el Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021) sin prueba alguna, comentó a Orbe Héctor Cueva, uno de los simpatizantes que se encontraba fuera del centro penitenciario el 28 de noviembre.
Para Virgilio Hernández, parlamentario andino también presente en las inmediaciones de la cárcel, en este caso era necesaria una medida cautelar para cesar las arbitrariedades y abusos por parte del Estado que se cometieron contra el acusado por ser “correísta y progresista”.
Glas esperaba por la definición de la fecha de una audiencia que decidiera su liberación, pero la nueva disposición le permite aguardar el fallo concluyentefuera de la prisión, explicó a la prensa su abogado Edison Loaiza.
Para Rosa Pacheco, del Comité Nacional 2 de octubre: Verdad, Justicia y Solidaridad, esta decisión debió haberse tomado hace mucho tiempo y lamentó la interferencia del Gobierno, como lo ha hecho en ocasiones anteriores.
El Ejecutivo, inconforme, ya anunció mediante un comunicado que apelará por “medio de las instituciones pertinentes”.
Anteriormente, le negaron dos habeas corpus, uno de ellos le permitió salir de la cárcel por varios días este año, pero fue anulado ante la presión política y mediática. El exvicepresidente permaneció en prisión desde octubre de 2017 por los supuestos delitos de asociación ilícita y cohecho en las causas conocidas como Sobornos y Odebrecht.
El 10 de noviembre pasado, la Corte Nacional de Justicia desestimó el caso Singue, por el cual lo acusaban, además, de irregularidades en contratos para la extracción de petróleo.
A raíz de ello, su defensa presentó la solicitud de unificación de las penas para lograr su excarcelación definitiva, beneficio posible cuando el recluso ya cumplió el 40 por ciento de la sentencia, como es su caso.
Jorge Glas es considerado el símbolo del lawfare (judicialización de la política) en Ecuador y fue un trofeo de guerra para los opositores del expresidente Rafael Correa, comentó el periodista Santiago Aguilar Morán.
(Tomado de Orbe)