Ante sus homólogos y otras autoridades regionales, Bustillo consideró que el acuerdo conformado por su país, Argentina, Brasil y Paraguay “estará condenado irremediablemente al fracaso” si no discute su flexibilización y modernización.
Fue referencia el disenso de Uruguay con sus socios por la intención de Montevideo de adherirse al Tratado Transpacífico, que los otros consideran violatoria de normas internas respecto a acuerdos comerciales individuales allende las fronteras del bloque
El encuentro tiene lugar en el Parque Hotel de Montevideo, sede del bloque y fue acompañado por una reunión de los titulares y altos cargos de Economía del grupo, y de Bolivia como Estado asociado.
El canciller uruguayo expresó a sus pares que el Mercosur debe proyectarse a lo que calificó como nuevas dinámicas y tendencias mundiales.
Opinó que la asociación tuvo gran repercusión en sus comienzos, pero actualmente “languidece en discusiones bizantinas”.
«No nos podemos permitir el inmovilismo», añadió, y mencionó la falta de convenios internacionales del grupo, el último, según su cuenta, firmado en 2011 con Egipto,
«No tenemos ningún acuerdo con las 10 mayores potencias del mundo. Solo tenemos dos negociaciones vigentes con Corea y Singapur», lamentó.
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Santiago Çafiero, cuyo país recibirá aquí la presidencia pro témpore del Mercosur, mencionó avances en las negociaciones con la Unión Europea.
Apuntó que será el acuerdo comercial más importante para la asociación, aunque criticó poca flexibilidad de los europeos y nuevas exigencias de la UE.
En esta jornada sesiona también el Parlamento de Mercosur, que preside hasta hoy el paraguayo Tomás Bittar, quien ante los cancilleres lamentó que el bloque esté a la zaga en temas vitales pendientes.
Entre ellos la libre circulación de bienes, servicios y actores productivos, así como la eliminación de impuestos aduaneros y arancelarios.
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