El mandatario señaló que, tras la pandemia de la Covid-19 y ante los efectos de la guerra en Ucrania, resurgió la necesidad de potenciar el desarrollo y la unidad regional para solucionar los problemas generados por esos fenómenos.
Debemos realizar una lectura cuidadosa y correcta, respetando todas las opiniones. El Mercosur tiene que definir sus estrategias para hacer frente a los dilemas del presente. El gran secreto es unir esfuerzos y acabar con las asimetrías de los países miembros, señaló.
Asimismo, descartó que tomar caminos separados sea la respuesta adecuada a las diferencias existentes.
Debemos pensar en lo que nos conviene como región y en el fortalecimiento de cada nación. No es una locura pensar en un Banco Central Común porque lo que más queremos es potenciar el comercio entre las naciones del área, afirmó.
Somos el sur del mundo. Tenemos nuestras peculiaridades y hay que animarse a no sucumbir al poder unánime. Poseemos un potencial enorme y los recursos que el mundo necesita, añadió.
Sin embargo, manifestó su preocupación por acciones unilaterales al referirse a la decisión de Uruguay de solicitar la adhesión al Tratado Transpacífico, que reúne a 11 países en una relación de libre comercio.
Las reglas del Mercosur dicen que esos acuerdos deben tener otro tratamiento y hay que respetar eso. Cuando en una sociedad se violan las normas alguien está rompiendo. Si es necesario cambiarlas, discutámoslo, apuntó.
En tiempos de mucha división, logramos preservar el Mercosur durante 31 años y eso tiene un valor incalculable. Estoy dispuesto a escuchar y analizar todo lo que debemos corregir, pero no perdamos de vista esto, indicó.
Esta jornada, Argentina asumió la presidencia pro tempore de ese mecanismo, la cual suma a la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que ejercerá hasta enero.
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