Durante una reunión de emergencia de la Liga Árabe, el canciller egipcio Sameh Shoukry destacó que las fuerzas israelíes han transformado la mezquita de Al-Aqsa en un ‘campo de batalla’ donde los musulmanes son ‘humillados, golpeados y arrestados’
‘La inviolabilidad de la mezquita al-Aqsa en estos días benditos, y de esta manera, es una provocación para los creyentes en todo el mundo musulmán. Los pueblos no olvidan y la paz real y firme en el Medio Oriente requiere tolerancia’
El jefe de la diplomacia egipcia subrayó que las violaciones israelíes no cesaron en las murallas de la sagrada mezquita, sino que llegaron al barrio Sheikh Jarrah, ‘símbolo de resistencia y dignidad’.
Recalcó además que la política de imposición de facto y el uso de la fuerza excesiva por parte de Israel fracasan en el logro de la seguridad regional, mientras vulneran las normas del derecho internacional.
Egipto no puede permanecer en silencio ante estas violaciones, expresó Shoukry. ‘Hemos enviado mensajes a Israel y a otros actores globales para prevenir el deterioro de la situación en Jerusalén, pero no hemos encontrado el eco necesario’.
El Cairo instó al resto de los países árabes a alinearse en ‘este momento crítico’ para enfrentar los planes de cambiar el statu quo de la disputada ciudad y ayudar al pueblo palestino a obtener sus derechos.
‘La confrontación actual no ha estallado en el vacío, sino en el contexto de la ausencia total de horizontes políticos para resolver la cuestión de Palestina mediante la creación de un Estado palestino independiente, con Jerusalén como su capital. Estas crisis se repetirán si no se resuelve la cuestión básica’.
Shoukry señaló que ante la gravedad de la situación en el Medio Oriente esperaban un posicionamiento por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, pero, ‘desafortunadamente, el organismo siempre evita sus responsabilidades y pierde credibilidad’.
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