Según ella, era claro para todos las partes involucradas que el conflicto estaba congelado y el problema no se había resuelto, pero esto es lo que le dio a Ucrania un tiempo para fortificarse.
Merkel expresó dudas de que en ese momento los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pudieran brindar apoyo a Kiev en la medida en que lo hacen ahora.
La político alemana se desempeñaba como jefa de Gobierno cuando se produjo un golpe de Estado en Ucrania, en 2014, y luego con su participación se firmaron los acuerdos de Minsk para resolver el conflicto del Donbass.
Durante firma la firma de pacto en la ciudad de Minsk, Belarús, las autoridades ucranianas se comprometeron a reformar su Constitución para conceder una amplía autonomía a Lugansk y Donetsk, así como la celebración de elecciones locales en ambas regiones.
El 24 de febrero pasado, la Federación de Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania para defender las autoproclamadas repúblicas de Donbass, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente ruso, Vladímir Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
De acuerdo con el mandatario, los acuerdos de Minsk fueron asesinados por las actuales autoridades de Kiev mucho antes del reconocimiento de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk.
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