La refutación, plasmada en un documento de cinco páginas, desmiente una investigación de un medio de prensa internacional según el cual el programa comenzó hace una década en el noreste del país donde tiene su cuartel general el movimiento islamista Boko Haram, principal adversario del gobierno central.
El grupo armado con frecuencia secuestra a civiles y funcionarios gubernamentales y demanda rescate en metálico para financiar sus operaciones.
En el desmentido el Ejército nigeriano califica la pesquisa de “insulto a los nigerianos y su cultura”, en alusión a sus poblaciones tanto musulmanas, como cristianas, cuyas religiones prohíben de manera explícita la interrupción de los embarazos en cualesquiera circunstancias.
Nuestra misión es proteger a los civiles, subraya el desmentido castrense.
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