Según varios comunicados del Ministerio de Relaciones Exteriores, el mandatario dialogó en Riad con el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, tras las conversaciones firmaron un acuerdo para establecer una asociación estratégica integral entre sus países y decidieron celebrar reuniones bienales a nivel de jefes de Estado.
También suscribieron un convenio sobre la participación del gigante tecnológico chino Huawei en el almacenamiento en la nube, centros de datos y empresas de alta tecnología, y alcanzaron consensos sobre asuntos de mutuo intereses para ambos lados.
La cancillería informó que en el encuentro de Xi con el príncipe coronado de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman Al Saud, repasaron la marcha de los nexos bilaterales, coincidieron en la importancia de sus países en el tablero internacional y reafirmaron las posturas de apoyo mutuo ante cuestiones de relevancia para cada lado.
Esas pláticas cerraron con el intercambio de documentos sobre la cooperación en terrenos como el judicial, educativo, energético, inversiones e inmobiliario, en el contexto de la iniciativa china de la Franja y la Ruta de la Seda, llamada a convertirse en una megaplataforma de infraestructuras y negocios con ganancias compartidas.
Por otro lado, la Universidad Rey Saúd confirió a Xi Jinping un título de doctorado honorífico en Administración, por sus logros como gobernante de China y su contribución al avance de la amistad y la colaboración entre Beijing y Riad.
De forma colateral, el dignatario asiático se entrevistó con los presidentes Abdel Fattah el-Sisi (Egipto), Kais Saied (Túnez) y Mahmoud Abbas (Palestina), a quien le ratificó firme respaldo a la justa causa del pueblo palestino.
En unas horas Xi asistirá a la primera cumbre entre China y los Estados árabes y luego en la cita del Consejo de Cooperación China-Golfo.
Este es el tercer periplo del año del gobernante asiático al extranjero, tras estar en septiembre en Uzbekistán y Kazajastán, y después en noviembre en Indonesia y Tailandia.
Para Beijing se trata de una oportunidad para estrechar más los nexos de cooperación, fortalecer la solidaridad y la coordinación especialmente en el ámbito económico-comercial con Arabia Saudita, un socio importante y proveedor de la mitad de las importaciones petrolíferas.
El viaje también capta la atención mundial y hasta el recelo de Estados Unidos, que cada vez pierde su influencia en Oriente Medio.
China es el mayor socio comercial de los países árabes y el año pasado el volumen de sus intercambios comerciales superó los 300 mil millones de dólares, un aumento de más de un tercio respecto a 2020.
jcm/ymr
