El ambicioso proyecto aunará tecnologías de las tres naciones involucradas y se compartirán los costos, en aras de fabricar un caza que garantice la superioridad aérea en el futuro, declaró el ministro de Defensa nipón, Yasukazu Hamada, en conferencia de prensa.
Destacó también que la iniciativa trilateral servirá de base para una cooperación más amplia y duradera entre Tokio, Londres y Roma.
Asimismo, aseguró que mantendrán y fortalecerán la producción de defensa y la base tecnológica de Japón “aumentando la cantidad de aviones producidos en masa y capacitando a los ingenieros de próxima generación que estarán activos a nivel internacional”.
El pronunciamiento de Hamada tuvo lugar luego de que los líderes principales de cada Estado emitieran una Declaración Conjunta sobre el Programa Global de Aviación de Combate, en la cual recalcan que este plan aportará beneficios económicos e industriales más amplios para todas las partes.
En tal sentido, el texto precisa que el programa apoyará la creación de nuevos empleos y atraerá inversiones en investigación, así como en diseño digital y procesos avanzados de fabricación, mientras contribuirá a la capacidad soberana de los tres países para diseñar, suministrar y modernizar prestaciones aéreas de combate de vanguardia.
Se espera que en el desarrollo del fuselaje del avión participen la firma japonesa Mitsubishi Heavy Industries, la británica BAE Systems y la italiana Leonardo, mientras que en el motor intervendrán IHI, Rolls-Royce y Avio respectivamente, reseñó la prensa nacional.
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