Fueron siete días en los que el jefe de Estado Nicolás Maduro ratificó, una y otra vez, la voluntad de su Ejecutivo de platicar con todos los sectores del país, como se viene haciendo, y dijo creer “profundamente en el diálogo como forma de entendimiento”.
En cadena nacional de radio y televisión, el mandatario manifestó que “nos estamos entendiendo por Venezuela” porque la recuperación económica es una tarea de todos.
Significó que es un diálogo permanente, incluidos los políticos, e inclusive, apuntó, con las porciones extremistas de la oposición que le hemos extendido la mano.
Esa voluntad se materializó con el recibimiento en el Palacio de Miraflores, sede de gobierno, a los líderes del partido de oposición Alianza del Lápiz, a quienes saludó uno a uno con un fuerte apretón de manos.
La semana anterior en una conferencia de prensa, Maduro señaló que le gustaría establecer un diálogo con Antonio Ecarri, presidente de ese bloque, y las fuerzas políticas que él representa, porque sacó “una votación muy importante” en Caracas.
Estas conversaciones sucedieron pocos días después de que el gobernante también acogiera en la sede del Ejecutivo a la coalición Alianza Democrática, y lograra concretarse en México, el 26 de noviembre, un segundo acuerdo de carácter social con el sector extremista de la oposición Plataforma Unitaria.
Quiero decir que hasta con nuestros más enconados enemigos, a través del diálogo, hemos podido entendernos, significó Maduro.
Elementos a destacar, de los dos últimos encuentros, fueron el beneplácito de los líderes de ambas Alianzas con las reuniones, la decisión de respetar los preceptos constitucionales y de apostar por proyectos comunes de solución en favor del pueblo.
Sobre estas conversaciones, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) dijo que “reconoce, participa y acompaña activamente” al Presidente en las actividades de diálogo con sectores de la posición.
El primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, aclaró que estos no son encuentros para repartirse el país, para nada, son reuniones políticas, y esa son las que se dicen, porque hay encuentros que no son públicos, apuntó.
Esta semana sobresalió también, por lo emotivo, el compromiso y firmeza de defender su legado, el tributo que el pueblo y las autoridades de Gobierno, políticas y militares, rindieron al comandante Chávez en el Día de la Lealtad y el Amor.
Miles de mujeres y hombres, sobre todo jóvenes, marcharon por las calles de Caracas hasta donde reposan sus restos, en recordación al líder, que un 8 de diciembre de 2012 habló por última vez a su pueblo y apostó por Nicolás Maduro como su sucesor al frente de la Revolución bolivariana.
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