«La República Islámica de Irán considera que cualquier reclamo sobre las islas es desestabilizador, constituye una intervención en sus asuntos internos y una violación de su soberanía nacional, y lo condena enérgicamente», dijo enfático el diplomático persa.
Las tres islas, consideradas estratégicas, están en el estrecho de Ormuz, y pertenecerán por siempre como una parte inseparable del territorio iraní, sentenció Kanani en respuesta a Emiratos Árabes Unidos, país que volvió a reclamar la soberanía sobre esas demarcaciones.
Las aseveraciones de Emiratos trascienden de la declaración emitida el viernes pasado, al cierre de la cumbre de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico).
Kananí señaló que la declaración de Riad, capital saudí, «es una continuación de la fallida política iranófoba» del bloque árabe, por lo tanto, instó al Consejo a revisar sus enfoques ante los problemas regionales y optar por el camino constructivo.
Asimismo rechazó la acusación planteada por miembros del CCG de que Irán constituye supuestamente «una amenaza para la seguridad de las vías fluviales internacionales y las instalaciones petroleras».
Expresó que las Fuerzas Armadas de Irán están decididas a preservar la seguridad de las aguas regionales, y tales declaraciones no pueden socavar su determinación de proteger la seguridad de su país y la de la región.
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