“Bolivia resolvió la controversia con un pueblo hermano gracias al trabajo basado en estudios científicos y a nuestra estrategia de relaciones internacionales. Continuaremos esta labor en beneficio de los pueblos”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente Luis Arce.
Añadió que la CIJ ratificó el derecho boliviano sobre las aguas de esa corriente internacional y su soberanía sobre el desmantelamiento de los canales artificiales construidos en su territorio.
El vocero boliviano en el caso Silala, Sebastián Michel, elogió el método científico empleado por Bolivia para resolver este conflicto judicial, e instó a seguir esta línea de trabajo para solucionar otras 17 controversias sobre aguas transfronterizas con el mismo país vecino.
En el contexto de la demanda iniciada por Chile en 2016, Bolivia contrató a la consultora internacional Danish Hydraulic Institute (DHI) para que realizara un estudio técnico de los flujos de agua superficial y subterránea del Silala.
Tales investigaciones se basaron en un extenso programa de caracterización hidrogeológica del curso fluvial, que incluyó la perforación de 29 pozos de profundidades ,y la instalación de diversos mecanismos para monitorear los niveles de agua.
Con esa labor sedeterminó que “el Silala es de naturaleza compleja y está compuesto por un sistema acoplado de aguas subterráneas y superficiales que se origina en territorio boliviano (aguas arriba) y se extiende hacia Chile (aguas abajo)”.
Destacó Michel la importancia del estudio de DHI, pues permitió sustentar la defensa nacional del Silala en información científico-técnica que Chile no poseía, y al margen de presiones geopolíticas.
Por la parte chilena, el mandatario, Gabriel Boric afirmó que “habiendo resuelto el asunto (del Silala) continuamos trabajando con Bolivia y nos enfocamos en lo que nos une y no en lo que nos separa”.
El dignatario resaltó el “espíritu de buena vecindad, colaboración e integración” entre ambos Estados, y subrayó que elmomento es propicio para dar continuidad a lo que denominó la agenda de 12 puntos.
Se trata de una hoja de ruta acordada en 2021 por Arce y el entonces gobernante chileno Sebastián Piñera, quien abrió la puerta de la normalización de las relaciones bilaterales, a las que el Gobierno de Boric dio pleno respaldo.
(Tomado de Orbe)