Durante una entrevista con el canal de televisión Al Hayat Al Yom, el portavoz presidencial egipcio, Ahmed Abu Zeid, resaltó la importancia de la cumbre entre los países árabes y el gigante asiático, celebrada la pasada semana en Riad.
Las relaciones entre El Cairo y Beijing se basan en los principios del respeto mutuo y la no interferencia en sus asuntos internos, subrayó.
Al respecto, señaló que Egipto considera clave en su política exterior el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países, consagrado en el derecho internacional.
El vocero también se refirió a varios desafíos que enfrenta la humanidad como las crisis alimentaria y energética, y la situación económica.
Al abordar el tema de la Gran Presa del Renacimiento (GERD), construida por Etiopía sobre el río Nilo, Abu Zeid reiteró la postura de su país sobre la necesidad de un acuerdo vinculante que regule las operaciones de esa obra.
El Cairo afirma que el embalse amenaza su cuota de agua del Nilo, del que depende casi por completo el consumo humano, la agricultura y la industria del país, con más de 103 millones de habitantes.
Considerado uno de los países con mayor escasez de agua en el mundo, Egipto recibe alrededor de 60 mil millones de metros cúbicos al año, principalmente del Nilo, pero sus necesidades se sitúan en torno a los 114 mil millones de metros cúbicos.
Las autoridades de Addis Abeba consideran la GERD clave para abastecer de energía eléctrica a los más de 110 millones de habitantes de Etiopía e impulsar así el desarrollo socio-económico del país africano.
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