Casi 125 años después del robo, los derechos de propiedad de los Bronces de Benín fueron transferidos por el estado de Baden-Wurttemberg, en el sudoeste de Alemania, a Nigeria, cuya exigencia se sumó a otras similares de países de África y Latinoamérica.
Durante la firma del acuerdo de restitución se entregó a los representantes de la nación africana una máscara de marfil de la reina madre Idia, del siglo XVI, que fue robada por las tropas británicas de la alcoba del rey Ovonramwen en 1897, según las autoridades de la pinacoteca germana.
En 2021, ese estado se comprometió a iniciar el procedimiento de restitución de las piezas, sin embargo alrededor de un tercio de las obras de arte permanecerán en calidad de préstamo en el museo Linden durante los próximos 10 años.
En agosto, ambos países firmaron un acuerdo de traspaso de los derechos a Nigeria de las esculturas saqueadas durante la época colonial, lo que permite a esta nación determinar cuáles de estos bienes deben regresar y los que se quedarán en Alemania.
Entre los casos más notorios de sustracción de tesoros patrimoniales aparece el de la Puerta de Ishtar o de Babilonia, extraída por una expedición arqueológica alemana entre 1902 y 1914, interrumpida por el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), hoy expuesta en el Museo de Pérgamo, en Berlín.
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