Según Ulloa, el mencionado estudio arrojó que las prisiones están al 170 por ciento de sus capacidades, y dentro de ellas un número importante de internos padece de enfermedades terminales, mentales, VIH y tuberculosis.
Sostuvo que la información planteó que existen cerca de 27 mil internos en los centros de prisión, divididos entre el nuevo y viejo modelo penitenciario.
Ante esta situación, el Defensor abogó por la aprobación en el país de una ley de indultos que permita evaluar y dar salida a muchos casos de privados de libertad con enfermedades terminales y propias del hacinamiento existente en las cárceles.
Finalmente, apuntó cómo la entidad que dirige tiene propuestas para mejorar la Ley sobre el Régimen Penitenciario, entre las cuales se encuentra la inclusión del Defensor del Pueblo en el Consejo Consultivo, con el fin de fortalecer la perspectiva de los derechos humanos en la creación de políticas y la adopción de medidas en el sistema penitenciario y correccional.
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