Según divulgó la agencia Yonhap, el Gobierno reanudó, en octubre, su ofensiva contra los extranjeros que permanecen o trabajan ilegalmente en el país, tras una pausa debido a la Covid-19.
La medida se aplicó sobre todo en los campos que pueden causar daño social, como el entretenimiento y en las industrias vinculadas estrechamente con los puestos de trabajo de la población local, como la logística y el servicio de entrega puerta a puerta, señaló el organismo.
Un total de tres mil 865 inmigrantes ilegales fueron capturados durante la operación y tres mil 281 de ellos tuvieron que abandonar el país, añadió.
Según la nacionalidad, Tailandia fue el país con más inmigrantes ilegales, con un total de mil 441, seguido por Vietnam, con 814, China, con 587, y Mongolia, con 165.
El Ministerio aseguró que otros siete mil 378 abandonaron el territoro nacional mediante el programa de salida voluntaria, en el que se concede una exención de la multa y la suspensión de las restricciones de entrada.
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