Con 21 votos, el genio nacido en la ciudad de Rosario remontó en la última semana, para desplazar al vallista brasileño Alison dos Santos, campeón mundial de su especialidad, que estuvo delante casi todo el tiempo y cerró en definitiva con 11.
Fue el tercer triunfo del delantero en la Encuesta, pues se impuso también en 2011 y 2014, en un apartado en el cual el máximo dominador histórico es el velocista jamaicano Usain Bolt, quien venció en seis ocasiones.
Messi tiene el planeta a sus pies. Los expertos no escatiman elogios y casi todas las hinchadas expresan su respeto para cubrir de grandeza al hombre que supo responder en la cancha y minimizar la fuerza destructora del implacable tiempo, que resultó incapaz de esconder el talento de los verdaderos genios del deporte.
Pocos vaticinaron que la mejor versión mundialista de «La Pulga» llegaría en Qatar 2022. Más de mil partidos profesionales, minutos incontables sobre el pasto, las huellas de las derrotas… era casi imposible, pero los límites de la raza humana son infinitos.
Sí, porque la objetividad elimina cualquier idea que lo convierta en extraterrestre. El hombre es de carne y hueso, sufre, llora, ríe, cae en agujeros emocionales y aleja a cada «bobo» que perturbe su tranquilidad.
La actuación del rosarino en suelo arábigo no quedó indiferente para casi nadie. De alguna forma, las personas cercanas al fútbol mencionaban su nombre desde que arrancó el certamen universal o en los últimos días ya con los resultados en el retrovisor.
Su figura cobra protagonismo en los parques, las calles, los automóviles, sin importar el país, el continente, las ideologías, las edades, el estatus social. Google igual lo ovaciona.
Hoy, resulta el más universal de los humanos y la revista estadounidense Time seguramente lo tendrá entre los principales influyentes del planeta en su próximo ranking, aunque eso poco o nada alimente el fenómeno que debemos nombrar la Messimanía.
Después de tantas historias, algunos creen que su carrera siguió al pie de la letra un guion dramático, que dejó para su epílogo el final deseado.
Vaya, que solo faltó que «La Pulga» anunciara su adiós al fútbol para colocar el siguiente cartelito en los créditos: «Y el GOAT (Mejor de la Historia) logró su último gran objetivo y vivió feliz para siempre».
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