El 80 por ciento de los partidarios del bloque oficialista respaldó los nombres del gabinete, mientras un ocho por ciento criticó a varias figuras, precisó un sondeo conjunto de las firmas Manu Geva Sample Institute e Ipanel.
La investigación destacó que en el bando contrario el 88 por ciento está insatisfecho y sólo ocho opinó lo contrario.
Un 40 por ciento de los encuestados tiene esperanza en el nuevo Ejecutivo, un porcentaje similar siente miedo y 12 por ciento se muestra indiferente.
Esta semana un sondeo del Canal 13 reveló que el 65 por ciento de los israelíes rechaza el nombramiento como ministro del político ultraortodoxo Aryeh Deri, condenado por corrupción.
La mayoría mostró su oposición al cambio del legislativo a las normas para permitir al dirigente del partido Shas asumir una cartera pese a las sanciones en su contra.
Deri abandonó la Knesset (Parlamento) en enero como parte de un acuerdo de culpabilidad por delitos fiscales, aunque ahora retornó al hemiciclo en los comicios celebrados a principios de noviembre.
El político, además, cumplió 22 meses de prisión de 2000 a 2002 por aceptar sobornos mientras se desempeñaba como Ministro del Interior.
En el centro de la polémica están también los diputados ultraderechistas Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, quienes tienen posiciones abiertamente racistas y antiárabes.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, este último cuenta con una larga lista de acciones provocativas contra los palestinos.
Nombrar a Ben Gvir como ministro de Seguridad Interior es como escoger a David Duke, dirigente histórico del grupo racista Ku Klux Klan como Fiscal General de Estados Unidos, advirtió recientemente el rabino Rick Jacobs.
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