Según el rotativo, la nueva normativa que el partido Likud, encabezado por Netanyahu, planea impulsar reemplazará una cláusula en la ley básica (que funge como Constitución) que prohíbe postularse para el hemiciclo a quienes “inciten al racismo”.
Esto permitiría presentarse en las elecciones a radicales de extrema derecha como Michael Ben-Ari, Baruch Marzel y Bentzi Gopstein, a quienes en el pasado se les prohibió participar debido a la cláusula, subrayó el periódico.
La medida es impulsada por la agrupación Poder Judío, uno de los socio de la coalición de ultraderecha que ganó los comicios celebrados el pasado mes.
Esa formación es dirigida por Itamar Ben Gvir, conocido por sus posiciones abiertamente racistas y antiárabes.
Acusado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo, este último cuenta con una larga lista de acciones provocativas contra los palestinos.
El político fue nombrado ministro de Seguridad Nacional con poderes sin precedente sobre la policía nacional.
Nombrar a Ben Gvir como ministro de Seguridad Nacional es como escoger a David Duke, dirigente histórico del grupo racista Ku Klux Klan como Fiscal General de Estados Unidos, advirtió recientemente el rabino Rick Jacobs.
Según una encuesta del Instituto Kantor, 42 por ciento de los israelíes se mostró pesimista sobre el futuro del país ante la llegada al poder del nuevo Gobierno, el más derechista en la historia nacional.
El sondeo destacó que apenas un 29 por ciento de los entrevistados se mostró optimista y el resto evitó contestar.
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