Los datos emergieron de un estudio inédito de la Universidad Federal del estado de Minas Gerais (UFMG, sudeste) y Fiocruz, publicado en el periódico internacional Archives of Public Health, de la editora Springer Nature.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la mortalidad de las madres por la enfermedad en 2020 y 2021, a partir de dos bancos de información.
Las vidas perdidas por Covid-19 registradas en el Sistema de Información de Mortalidad en 2020 y 2021, y estadísticas del Sistema de Información sobre Nacidos Vivos entre 2003 y 2020.
Según el coordinador del Observatorio de Salud en la Infancia, Cristiano Boccolini, la pesquisa muestra que el impacto de la debacle sanitaria en la vida de niños y adolescentes brasileños exige la adopción urgente de políticas públicas de protección a la infancia.
Considerando la crisis sanitaria y económica, la vuelta del hambre, el aumento de la inseguridad alimentaria, el crecimiento del desempleo, la intensificación de la precarización del trabajo y la creciente fila para el ingreso en los programas sociales, es urgente la movilización de la sociedad para protección de la infancia, afirmó el perito.
Para la profesora Deborah Malta, de la Escuela de Enfermería de la UFMG, la investigación también permite evaluar que el deceso de las mujeres tiene consecuencias para la sociedad en su conjunto, pero el mayor impacto es en la familia.
«La muerte de una mujer tiene el potencial de desestructurar una familia. Cuando el hombre muere, la mujer sigue adelante, pero en el caso de la muerte de esa esposa y madre, el marido a menudo no puede cuidar de los hijos solo. Entonces, ¿cuántas de estas mujeres murieron, y qué significó para esas familias?», reflexionó Malta.
Tal investigación revela que la Covid-19 fue responsable «por un tercio de todas las muertes relacionadas con complicaciones durante el parto» entre mujeres jóvenes, lo cual representa un aumento del 37 por ciento en las tasas de mortalidad materna respecto a 2019.
Por cada mil bebés nacidos vivos, una madre murió en Brasil durante los dos primeros años de la pandemia, indicó Boccolini, quien precisó que «la franja etaria de 40 a 59 años fue la de mayor proporción de víctimas de Covid-19, en comparación con la mortalidad por otras causas».
En este grupo, agregó, uno de cada cuatro brasileños que sucumbieron en 2020 y 2021 lo hicieron por causas relacionadas con el patógeno.
Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, la Covid-19 provocó 692 mil 743 muertes en todo el país y el número de contagios llegó a 36 millones 124 mil 357.
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