Las tensiones entre Washington y Teherán estaban intensificadas desde que en mayo de 2018 Trump decidió salir del acuerdo nuclear alcanzado entre la nación persa y seis potencias mundiales, y comenzó una severa campaña de presiones y sanciones contra ese país.
Pero la confrontación se avivó aún más luego de que el viernes último murió un contratista civil estadounidense y varios soldados resultaron heridos durante un ataque con cohetes contra una base con presencia militar norteamericana en Iraq.
A pesar de que las autoridades iraquíes dijeron que estaban en curso investigaciones sobre ese hecho, Washington de inmediato acusó a la milicia Hizbulah Kataib, una de las integrantes de las Unidades de Movilización Popular (UMP) de Iraq, de estar detrás del ataque, con el apoyo de Irán.
Con ese argumento, el domingo fuerzas norteamericanas bombardearon cinco instalaciones de Hizbulah Kataib, en una operación en la que perdieron la vida 25 combatientes y resultaron heridos otros 50.
Esa acción, que fue condenada por el gobierno iraquí como una violación de la soberanía de su país, condujo a que manifestantes y miembros de milicias realizaran el martes fuertes protestas en la embajada estadounidense en Bagdad.
Trump acusó a Irán de estar detrás de esas movilizaciones, que se tornaron violentas, y lanzó amenazas a la nación persa, la cual negó tener alguna responsabilidad en los hechos ocurridos en la capital del territorio vecino.
En un comunicado difundido anoche, el Departamento de Defensa confirmó que, por orden del mandatario republicano, fue asesinado el general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, en una operación con helicópteros y drones cerca del Aeropuerto Internacional Muhamad Alaa de Bagdad.
También murieron en la incursión el subcomandante de las UMP, Abu Mahdi al Muhandes, y otras siete personas.
Para justificar ese golpe, que fue calificado por Irán como un acto de terrorismo internacional extremadamente peligroso, el Pentágono dijo que Soleimani y la Fuerza Quds fueron responsables del deceso de cientos de miembros de la coalición encabezada por Estados Unidos en el área.
Legisladores republicanos elogiaron al presidente por esa acción, al manifestar que Trump había llevado la justicia a decenas de familias militares estadounidenses.
«El precio de matar y herir a los estadounidenses acaba de subir drásticamente», dijo al respecto el senador de la fuerza roja Lindsey Graham, un aliado cercano del gobernante, mientras su colega Tom Cotton sostuvo que «Estados Unidos está más seguro ahora después de la desaparición de Soleimani».
Sin embargo, aunque los demócratas se refirieron al asesinado general como «enemigo», cuestionaron la autoridad de Trump para realizar una operación de ese tipo sin aval del Congreso y, como en el caso del senador Tom Udall, lo acusaron de llevar al país «al borde de una guerra ilegal con Irán».
«Una escalada tan temeraria de hostilidades es probablemente una violación de la autoridad de guerra del Congreso, así como de nuestro acuerdo de base con Iraq», expresó ese legislador, y añadió que es posible que este hecho «nos hunda en otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que el pueblo estadounidense no pide y no apoya».
No podemos poner en riesgo la vida de los miembros del servicio, diplomáticos y otros al participar en acciones provocativas y desproporcionadas. El ataque aéreo implica el riesgo de provocar una escalada peligrosa de la violencia, sostuvo, a su vez, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Sobre el tema también se pronunciaron algunos de los precandidatos demócratas a la Casa Blanca, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden, quien afirmó que Estados Unidos podría estar al borde de un gran conflicto en todo el Medio Oriente, y consideró a la administración carente de disciplina y de visión a largo plazo para enfrentar la situación.
La peligrosa escalada de Trump nos acerca a otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que podría costar innumerables vidas y billones de dólares más. Trump prometió poner fin a las guerras interminables, pero esta acción nos pone en el camino hacia otra, escribió en Twitter el senador y también aspirante a la presidencia Bernie Sanders.
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