Las medidas de seguridad, de 14 días de duración, entraron en vigor en St Ann, Clarendon, St Catherine, St James, Westmoreland, Hanover, Kingston y St Andrew, divulgó el primer Ministro Andrew Holness.
«Aunque hemos tenido un éxito razonable en el control del número de asesinatos en vísperas y durante la temporada navideña, los niveles de amenaza por los reiterados conflictos siguen siendo elevados», aseveró.
Recordó que la violencia entre bandas, asesinatos por encargo, robos organizados de comercios, secuestro de mercancías en tránsito y diversas estafas de confianza, en última instancia, conducen a la pérdida de vidas, a la propagación del miedo y a la privación de libertades a comunidades enteras.
Señaló que en diciembre del año pasado se cometieron 127 asesinatos, una tasa de 56 por cada 100 mil habitantes, lo cual calificó de demasiado alto.
Tras estudiar las tendencias y los datos, el ejecutivo actuó para salvar vidas y preservar las libertades de los jamaicanos, remarcó Holness.
A inicios de este mes, en busca de mejorar la seguridad pública, los agentes policiales comenzaron operaciones especiales en siete áreas: comunidades en esta capital y seis de las 14 jurisdicciones nacionales.
La Cámara de Representantes aprobó entonces la reimposición de la medida por 60 días después de que el Gobierno describiera que los asesinatos incrementaron con la expiración de la emergencia levantada siete días atrás.
Jamaica, con casi tres millones de habitantes, archivó desde inicios de 2022 hasta la fecha más de mil 395 asesinatos, superior a los mil 338 de igual período del año pasado, acorde con cifras oficiales.
Las pandillas, conocidas aquí como “pelotones”, están relacionadas con fuerzas políticas y emplean la extorsión, el tráfico de drogas y estafas de la lotería para financiar sus actividades, lo que provoca un número importante de asesinatos.
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