Según informó la parte ecuatoriana, el documento incluye metas a corto, mediano y largo plazos, aunque no divulgaron cuáles serían las acciones para lograr los objetivos.
En total consensuaron 42 compromisos a nivel institucional, con el propósito de fortalecer la cooperación binacional dentro del marco legal e institucional vigente de cada país.
El general Helder Giraldo, comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, y el general de división Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, estuvieron al frente de las delegaciones reunidas en la ciudad colombiana de Ipiales, durante más de tres horas.
Con ese plan, que se implementará en 2023, los dos gobiernos buscan neutralizar los delitos cometidos por grupos vinculados al tráfico de drogas.
En declaraciones a la prensa ecuatoriana, el general Giraldo destacó que los dos países unen esfuerzos militares contra las diferentes amenazas en el área fronteriza, las cuales afectan a la población civil y contaminan los ríos, la fauna y la flora.
Precisó que se ejercerán controles estrictos a lo largo de los 586 kilómetros de la línea divisoria, que incluye los departamentos de Nariño y Putumayo, en Colombia, así como las provincias ecuatorianas de Carchi, Sucumbíos y Esmeraldas.
Por su parte, Proaño resaltó que en la reunión delinearon cómo combatir las amenazas que interrumpen la vida normal de la sociedad.
El pasado 14 de diciembre, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, respondió a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, que trabajarían de forma conjunta para enfrentar el narcotráfico.
El ejecutivo de Ecuador impulsa una batalla contra el crimen organizado a raíz del alza de la violencia e inseguridad en esta nación andina.
No obstante, expertos en la materia discrepan de los métodos utilizados, pues en vez de combinar esas acciones con inversiones en políticas públicas encaminadas a la mejoría económica y social de la población, el Ejecutivo ecuatoriano se enfoca en el aspecto militar.
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