La firma de los Acuerdos de Paz Firme y Duradera tuvo lugar un día como hoy en el mismo escenario que esta vez acogió a autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes y de la Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos (Copadeh).
Ernesto Flores, director general de Desarrollo y Fomento de la Cultura, resaltó que este jueves ocurrió el último acto del año del Cambio de la Rosa, el cual se celebra una vez al mes en el recinto histórico.
Esta vez estuvo a cargo del comisionado presidencial contra la Discriminación y el Racismo, Carlos Arana, quien fue nombrado embajador de la paz.
Al acto no asistió el presidente Alejandro Giammattei, como en 2019, aunque publicó en su cuenta en Twitter que su gobierno avanza en «la construcción de un país más próspero para todos.»
«La conciliación, el respeto y unidad son pilares fundamentales para el desarrollo», escribió.
El compromiso suscrito en 1996 entre el Gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, cerró uno de los capítulos más trágicos de la historia nacional por la pérdida de decenas de miles de civiles de tres generaciones, alrededor de 70 mil desaparecidos y más de un millón se desplazaron forzosamente o buscaron refugio.
En conmemoración a ese hecho histórico se creó en 1997 el Monumento a la Paz, una escultura ubicada en el Patio llamado igual, en el lado oeste del Palacio.
En la agenda estaba trazada la ruta de reconstrucción y modernización integral del Estado mediante la promoción de una cultura de diálogo y respeto de los derechos humanos, pero ninguno de los gobiernos los asumió como compromiso de Estado, por esa razón la inmensa mayoría de las víctimas no fueron resarcidas», opinaron analistas este día.
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