Durante 2022 fueron producidas 18 toneladas y 637 kilos del mineral, aseguró a la prensa la Dirección General de Recursos Minerales, aumento neto de una tonelada 611 kilos respecto a la cantidad anterior, registrado en 2019, la mayor de la historia, afirmó la fuente.
El lado oscuro de la noticia es que el 50 por ciento de la producción de oro sudanesa es contrabandeada y sus ingresos empleados en logística para enfrentar la oposición política contra el Consejo Soberano de Transición, el gobierno castrense del general Abdel Fattah al Burhan. La sangría áurea prosigue a pesar de la directiva emitida el año recién concluido por el Banco Central de Sudán (CBS) que prohíbe la exportación de oro por agencias gubernamentales y extranjeros, excepto las compañías concesionarias que operan en el país.
Asimismo limita el papel del SCB a comprador del mineral para aumentar las reservas del país, sumergido en una grave crisis económica que se prolonga varios años.
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