Acorde con un reporte divulgado por el diario The Hill, los entendidos en la materia expresan su frustración pues no ven en la limitación de la entrada de los viajeros del gigante asiático una disposición efectiva para limitar los contagios.
“Si viera alguna utilidad para la salud pública en esto, lo apoyaría firmemente. No veo ninguna utilidad para la salud pública”, expresó Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
En cambio, añadió, cualquier país debería estar evaluando a personas de los Estados Unidos, al tiempo que señaló los bajos niveles de aceptación de las vacunas de refuerzo y el rápido aumento de la variante XBB, particularmente en el noreste.
“No hemos tenido evidencia de que XBB esté en China”, expresó Osterholm.
El director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Salud Pública, Georges Benjamin, refirió por su parte que enfocarse solo en el territorio chino hará que se pierdan de vista las variantes aparecidas en Seattle o la ciudad de Nueva York o Austin, en Texas.
Rick Bright, inmunólogo y exjefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, agregó que los virus circulantes en el gigante asiático son similares a aquellos predominantes en Estados Unidos durante el verano pasado y nunca se afianzaron.
“Esta es otra oportunidad perdida para educar al público sobre el uso efectivo de máscaras, las pruebas y la importancia de recibir un refuerzo de vacuna reciente”, alegó en un mensaje directo a The Hill.
La semana pasada, Estados Unidos superó los 100 millones de casos totales desde el comienzo de la pandemia, pero el número real sería al menos el doble debido a las personas infectadas que nunca se hicieron la prueba, o aquellas positivas al virus que no informaron el resultado, según estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
De acuerdo con esa entidad, las hospitalizaciones también crecen rápidamente, sobre todo en la población mayor de 60 años.
No obstante su propio aumento, la administración estadounidense dispuso que todos los viajeros entrantes de China están obligados a presentar pruebas negativas de Covid-19 antes de ingresar a territorio norteño, independientemente del estado de vacunación.
El gigante asiático, por su parte, criticó dichas medidas por considerar que no tiene bases científicas. mgt/ifs