El titular compareció este miércoles ante la Comisión de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social de la Asamblea Nacional (parlamento) para explicar la situación del sector eléctrico y cómo superar la actual crisis de generación provocada por la sequía.
Atravesamos una temporada de estiaje, es una crisis causada por la naturaleza debido al calentamiento global, manifestó el ministro a los legisladores.
En la cita descartó la posibilidad de apagones. “Estamos tomando todas las medidas para evitar un racionamiento”, aseguró el funcionario.
Más temprano, en una entrevista transmitida por el canal Teleamazonas, Santos anunció la próxima firma de contratos para dos plantas generadoras de energía limpia.
Según manifestó, la idea es establecer un campo eólico en el cerro Villonaco, en la provincia sureña de Loja, que generará 100 megavatios, y otro solar de 200 megavatios que estaría ubicado donde debía ir la Refinería del Pacífico.
El jefe de la cartera energética, investigado por presuntamente tener empresas offshore en paraísos fiscales, criticó administraciones anteriores por su gestión del sector.
Desde hace varios meses Ecuador aumentó la importación de electricidad desde Colombia debido a la falta de lluvias, que provocó una caída del 22 por ciento de la generación desde hidroeléctricas.
En diciembre pasado, esta nación andina compró cinco mil 255 megavatios por hora (MWh) de los cinco mil 530 MWh que puede vender la vecina Colombia.
Las proyecciones para 2023 no son alentadoras, porque se prevé que la sequía se mantenga en las cuencas donde operan el complejo Mazar-Paute y las centrales hidroeléctricas Coca Codo Sinclair, Agoyán, Pucará, Delsitanisagua y Minas San Francisco.
La escasez de lluvias en la cuenca hídrica oriental, ubicada en la región amazónica del país, transcurre habitualmente desde octubre y hasta marzo, pero ahora existen bajas reservas, pues la nación enfrenta el peor estiaje desde 2017.
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