El diputado Diosdado Cabello realizó la propuesta del oficialismo, que incluyó, además, a la joven América Pérez, como segunda vicepresidenta, quien también alcanzó evidente apoyo mayoritario de los 277 parlamentarios presentes en el hemiciclo legislativo.
Previo al inicio de la reunión inaugural, la anterior Junta Directiva y otros diputados, depositaron una ofrenda floral en el monumento erigido a El Libertador Simón Bolívar, en el parque que lleva su nombre, en Caracas.
Al abrir la primera reunión ordinaria del 2023, Rodríguez, quien fungió como director de debate, señaló que la instalación de este parlamento implica el reforzamiento de la institución democrática de Venezuela y la recuperación de una institución que se merece el pueblo.
Al hacer sus propuestas el jefe del Bloque de la Patria, Cabello significó la ejecutoria extraordinaria en función de la paz y tranquilidad del país de la Asamblea Nacional (AN) en los últimos años.
Reconoció el trabajo del reelecto presidente por su esfuerzo, dedicación, paciencia, tolerancia en el ejercicio de este cargo, el haber estado al frente del diálogo nacional y recuperar el valor histórico perdido hace cinco años del parlamento.
Esta AN llevó al Poder Legislativo al reconocimiento nacional e internacional que algunos intentaron negarle, y hoy es un poder constituido representado por estos diputados, y no hay otro espacio, allá quienes les gusta vivir de la fantasía y de sueños, afirmó el también dirigente político.
En representación de la bancada de la oposición, el diputado Luis Augusto Romero presentó una alternativa a la Junta Directiva de la Asamblea y señaló que esa “oposición democrática” hace dos años asumió la gran responsabilidad de desactivar el dispositivo de violencia montado contra el país.
Esta es una oposición que no recibe líneas de ninguna capital del mundo, de ningún interés foráneo, subrayó.
En su discurso de conclusiones, Rodríguez recordó la violencia, el odio y las acciones agresivas vividas que intentaron imponer al pueblo de Venezuela, así como la devastación moral, ética y humana de quienes torcieron la misión sagrada de defender al pueblo en este parlamento.
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