Con anterioridad, el presidente, Salva Kiir, manifestó en un comunicado que hizo esa concesión en su proyectado plan de diseño territorial de reducir de 32 estados a 10, con tres áreas administrativas, para destrabar las negociaciones en curso con representantes de opositoras organizaciones.
Según Shearer, la propuesta de constituir 10 estados deviene importante compromiso para permitir la formación oportuna del gobierno de transición, como se prometió a los ciudadanos de Sudán del Sur, difundió el portal digital Sudán Tribune.
Juba mantuvo una decena de estados luego de separarse de Sudán en 2011, sin embargo el mandatario Kiir decidió en 2015 incrementarlos a 32, acción rechazada por grupos armados, encabezados por el exvicepresidente de este país Riek Machar.
Ese representante opositor consideró la medida del Ejecutivo como un acto violatorio del acuerdo de paz alcanzado en 2018 entre el Gobierno y agrupaciones insurgentes.
Machar, del opositor Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO, sigla en inglés), quien negocia con el gobernante Kiir aspectos relacionados con el futuro gobierno de unidad nacional, comunicó ahora que está en desacuerdo con la creación de las tres regiones administrativas propuestas: Abyei, Ruweng y Gran Pibor.
Ese controvertido elemento, junto a cuestiones pendientes en materia de seguridad, serán abordadas en una reunión en Juba mañana entre el gobernante Kiir y Machar, indicó el portavoz del grupo SPLM-IO, Pouk Both Baluan.
Durante la cita, Machar exigirá también que antes de la conformación del Ejecutivo unitario se apruebe el despliegue en este territorio de una misión de Naciones Unidas, que supervise ese proceso.
Otro escollo aún presente, es que según la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), de los 100 millones de dólares prometidos por el gobierno de Kiir para garantizar el proceso de desmovilización de excombatientes y su integración al nuevo Ejército nacional hasta la fecha fueron entregados solo unos 40 millones.
Como consecuencia de la guerra civil desatada en Sudán del Sur en 2013, más de 380 mil personas resultaron muertas, miles heridas, y millones desplazadas, de acuerdo con organizaciones humanitarias.
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