El personal reclama que el oxígeno y la electricidad estén disponibles en el centro de salud, además de exigir un aumento salarial para enfrentar la galopante inflación que superó el 47 por ciento en diciembre.
Denunciaron que, actualmente, los galenos ganan menos de 400 gourdes diarios (unos 2,8 dólares) sin acceso a la protección social.
Además, criticaron los cortes de electricidad mientras los pacientes aún están en el quirófano y pidieron un compromiso real para que el hospital sea capaz de cumplir su misión de salvar vidas.
La directora del nosocomio, Jessie Colimon, dijo al diario Le Nouvelliste que, a pesar del paro, mantienen el ambulatorio y algunos otros servicios para atender a los pacientes de urgencias.
También señaló que realizan gestiones con las autoridades sanitarias para cumplir los reclamos de los residentes y pidió a estos últimos ser realistas y no penalizar a los pacientes.
El pasado año la institución sufrió varios movimientos de huelga que exigían aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo.
Criticaron que el centro de salud no dispone de materiales o equipos adecuados, ni siquiera para casos de emergencia, y denunciaron el supuesto desprecio de las autoridades sanitarias con la situación del hospital.
La huelga se saldó con las negociaciones entre sindicalistas y funcionarios, sin embargo, tres meses después iniciaron un movimiento similar en protesta contra el secuestro de un reconocido pediatra.
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