Con 117 votos a favor y cuatro abstenciones, el pleno del legislativo optó por dar el visto bueno a ese proyecto.
El asambleísta Ramiro Narváez, del partido Izquierda Democrática, explicó que la ley incluye un rediseño de la institucionalidad del sistema nacional de rehabilitación social, para hacer frente a la crisis carcelaria.
Manifestó que la normativa contiene también una serie de cambios en el Código Integral Penal para, por ejemplo, sancionar con más fuerza las extorsiones de bandas a locales comerciales, así como el reclutamiento de menores de edad por parte de organizaciones delictivas.
A pesar del amplio respaldo a la disposición, algunos asambleístas pidieron devolver el proyecto a la comisión de Soberanía, Integración y Seguridad para realizarle modificaciones, pero eso no fue aceptado.
La Ley no solo crea una tercera forma de detención y cambios en la flagrancia, sino que tiene varias subjetividades y ambivalencias, consideró la legisladora Paola Cabezas, de la bancada Unión por la Esperanza (Unes).
El excandidato presidencial Andrés Arauz calificó en Twitter la medida de “fascista” y por tanto debe ser declarada inconstitucional. “No respeta el debido proceso ni la presunción de inocencia”, agregó.
A pesar de todo, la ley recibió el voto favorable de prácticamente todos los asambleístas presentes luego de las críticas por parte del oficialismo debido a las demoras del parlamento para analizar esa disposición.
No por mucho madrugar, se amanece más temprano, recordó Cabezas al señalar que era mejor esperar para incluir en la comisión las observaciones de algunos de sus colegas.
Mireya Pazmiño, de Pachakutik, subrayó que la Ley no es una varita mágica, insistió en la necesidad de que el gobierno del presidente Guillermo Lasso impelmente políticas públicas integrales para resolver el problema de la inseguridad.
Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de homicidios violentos de su historia, con más de cuatro mil 500 víctimas de sicariatos, asesinatos, femicidios, robos que terminaron en muerte, ataques con explosivos o balas perdidas.
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