Así lo comunicó el saliente jefe del Estado Mayor, Aviv Kohavi, al primer ministro Benjamin Netanyahu y al titular de Defensa, Yoav Gallant, destacó la televisora.
Kohavi afirmó que la entrega de responsabilidades relacionadas con las Fuerzas Armadas a cualquier otro ministro que no sea el de Defensa es una violación inaceptable de la cadena de mando.
No trabajaremos con ningún otro funcionario que no sea ese, advirtió el militar, según el Canal 12.
Como parte de los acuerdos de reparto de poder de la coalición gobernante, Ben Gvir fue puesto al frente de la cartera de Seguridad Nacional, con poderes ampliados que incluyen el control de la policía fronteriza, hasta la fecha bajo control de Defensa.
A ese ministerio también se le quitó competencias sobre Cisjordania que le fueron entregadas al partido Sionismo Religioso, encabezado por Smotrich.
Ambos funcionarios son conocidos por su retórica antiárabe y racista, además de posturas abiertamente expansionistas.
Tras la reciente victoria electoral de la alianza conservadora, Smotrich exigió el Ministerio de Defensa, pero ante la ola de críticas internacionales, Netantyahu no se atrevió a dar ese paso, aunque le transfirió el control sobre Cisjordania.
“Después de 55 años en los que Israel afirmó que los territorios ocupados serían temporalmente ‘mantenidos’ hasta que se llegara a un acuerdo político (con los palestinos), el pacto entre Netanyahu y Smotrich transmite todo lo contrario”, afirmó recientemente el portal noticioso Walla.
El convenio de la coalición le otorga poderes sin precedentes con respecto a la construcción y ampliación de colonias judías y sobre las relaciones con los palestinos en Cisjordania ocupada, al tiempo que reduce el peso del Ejército allí, subrayó.
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