En su reunión periódica, los diputados recalcaron que la designación del nuevo jefe de Estado resulta importante para acceder a la senda de la seguridad y al diálogo entre los distintos partidos libaneses.
Los legisladores coincidieron en la formación de un gobierno que trabaje para preservar la estabilidad y paz civil y asegurar los intereses de los ciudadanos.
En la ocasión, el colectivo condenó la política agresiva de la administración estadounidenses y sus medidas punitivas impuestas a la nación levantina, con el fin de desmantelar los elementos de fuerza y someter al pueblo a los intereses israelíes.
La agrupación parlamentaria llamó a no responder a ningún dictado externo, regional e internacional, y subrayó la necesidad de unir filas y considerar el interés nacional como una prioridad principal para resolver las dificultades de los pobladores.
En este sentido, el bloque pidió a las autoridades brindar la atención requerida a los requisitos de vida, especialmente medicamentos y alimentos, y limitar la manipulación del tipo de cambio de la libra libanesa con respecto al dólar.
Los miembros de Baalbek-Hermel hicieron hincapié en la urgencia de proteger a la fuerza laboral libanesa, monitorear el trabajo y las políticas de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados y los posibles donantes.
Al mismo tiempo, los parlamentarios pidieron al Ministerio de Energía y Agua sacar a Líbano de la oscuridad y la necesidad de mejorar el suministro de electricidad en todas las regiones, incluida la gobernación de Baalbek-Hermel.
Sin la confirmación de la oncena sesión parlamentaria, Líbano intenta elegir al presidente de la República númera 14 después de la independencia, en ausencia de consenso político, en medio de la peor crisis económica de su época moderna y bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
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