“La cantidad de armas de guerra confiscadas en el país en los últimos meses no tiene precedentes», remarcó el comandante de la Guardia Fronteriza de Irán, el general Ahmad Ali Gudarzi, en referencia a las cifras incautadas solo durante los últimos meses.
Gudarzi considera que “las fronteras de esta nación viven hoy una situación estable”, pese a los intentos de los enemigos por alimentar la inseguridad e incitar a disturbios tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, el 16 de diciembre pasado.
La República Islámica desmanteló durante este tiempo un gran número de células y bandas terroristas, enfocadas en generar disturbios en el territorio nacional, a las cuales les confiscaron grandes cantidades de armas y municiones de guerra destinadas a perturbar la seguridad.
Irán acusa a Estados Unidos, Israel y otros aliados de estos como los responsables de instigar el caos y advierten que responderá contra quienes pretendan atentar contra la seguridad y la estabilidad de la nación.
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