La leonina medida, que costó un millón de euros diarios a la economía de Serbia según expertos en estos temas, será suspendida temporalmente el 15 de marzo solo para las materias primas y de manera total desde el 1 de abril, por 90 días, como proclamó Kurti.
En ese período, añadió, Belgrado debe responder con la suspensión de todas sus acciones contra el reconocimiento de Kosovo como estado, en primer lugar, la campaña diplomática desplegada para que países que lo reconocieron reviertan su decisión, lo cual se logró hasta ahora con 17 de ellos.
Si así no fuere, advirtió el premier kosovar, el 1 de junio se restablecerá el impuesto, considerado una violación del acuerdo de libre comercio en los Balcanes del Cefta (Asociación de Libre Mercado de Europa Central), en vigor desde 2007.
Kosovo es una provincia que forma parte constitucional de Serbia que tras un prolongado y cruento enfrentamiento en los 90 pasó a ser administrada por la ONU, pero sus poderes proclamaron la independencia unilateral en 2008.
La reacción de la Unión Europea (UE)- el mediador en las negociaciones Belgrado- Pristina iniciadas en 2011 para la búsqueda de una solución de compromiso al conflicto en torno a Kosovo- acoge el paso dado por Kurti y considera que puede tener un impacto positivo en la reanudación del comercio regional.
También, según un comunicado del Servicio Europeo para los Asuntos Externos, podría ejercer efecto en el restablecimiento del diálogo, totalmente suspendido desde noviembre de 2018,
Añade que se perdió mucho tiempo y es hora de reactivar la confianza, por lo que demanda de Serbia y Kosovo “crear un entorno favorable a la continuación del diálogo” y añade que el alto representante para Política Exterior y de Seguridad, Joseph Borrell, está listo para desempeñar su papel de mediador.
Empero, un peso pesado en estos temas, Richard Grenell, enviado especial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el diálogo Belgrado- Pristina, declaró que su país no respalda el plan del premier kosovar, que calificó de serio error.
Remarcó que Washington se pronuncia por la total suspensión del impuesto “y eso fue establecido con toda claridad ante el presidente kosovar, Hashim Thaci, durante su visita a la Casa Blanca”.
En el ámbito político kosovar, aunque con otro matiz, llovieron las condenas a la decisión del gobierno, entre ellas la de Kadri Veselji, líder del opositor Partido Democrático de Kosovo, quien atacó a Kurti con calificativos como ignorante, debilucho y embustero.
El exprimer ministro Ramus Haradinaj, un halcón incondicional de Washington según sus propias palabras y enemigo declarado de Belgrado, lo acusó de traidor y añadió que con esa decisión estableció “el comienzo del retorno de Serbia y Rusia a Kosovo”.
También Skender Hiseni, uno de los líderes de Unión Democrática de Kosovo, aliado del movimiento Autodeterminación de Kurti para formar el gobierno, calificó la decisión de maniobra política “para comprar tiempo y prorrogar el diálogo” con Serbia.
En tanto, desde las esferas del poder en Belgrado no se produjo hasta ahora reacción oficial alguna sobre el tema, aunque es conocida la postura del presidente, Aleksandar Vucic, de que sin la suspensión del ilegal tributo no hay nada que conversar con Kosovo ni en Bruselas ni en ningún otro escenario.
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