El investigador del Instituto Cuesta Duarte, de la central sindical PIT-CNT, consideró que la economía creció el año anterior en un entorno del cinco por ciento, aunque con un desenvolvimiento desigual.
Apuntó que los datos del primer semestre señalan un rebrote luego del fin de las restricciones por la Covid-19.
Durante ese período el sector agroindustrial consiguió mayores precios de exportación y buenos ingresos, señaló.
Pero abundó que en el segundo semestre los precios de los productos de exportación bajaron y perdió dinamismo la actividad económica.
A modo general argumentó que la inversión y exportaciones consiguieron cifras importantes, pero hay un desfasaje entre el ritmo de recuperación del Producto Interno Bruto y de los salarios, que quedaron por debajo e incluso decreció el ingreso real de los trabajadores y otros sectores sociales.
El experto remarcó que a mediados de este año tendrá lugar la ronda de negociación colectiva con el sector privado, donde los trabajadores buscarán recuperar la pérdida salarial, al menos al nivel pre pandemia.
Añadió que la economía uruguaya ralentizará su desempeño para retornar al entorno histórico, entre el dos y tres por ciento en el año en curso.
En cuanto a la inflación comentó que resulta una variable sujeta a incertidumbre y al entorno internacional.
Creemos que al cierre de 2023 estará en siete o 7,5 por ciento, inferior al 8,29 por ciento de 2022, pero superior a la promesa gubernamental de entre tres y seis por ciento, dijo.
Giometti mostró preocupación por el tema laboral cuando en los próximos meses concluyen inversiones que hoy ocupan fuerza de trabajo, y en momentos en el que el Estado recortó gastos en viviendas y empresas públicas.
Serán unos 10 mil personas que habrá que ver si encuentran empleo, concluyó.
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