Uno de los más destacados es la creación de un frente trilateral en contra del fentanilo mediante el cual México, Estados Unidos y Canadá compartirán información contra el uso de precursores químicos en la producción de drogas, y buscarán más colaboración global en el tema.
Otro que resalta es organizar un comité para la inversión y sustitución de importaciones para regular las compras en el exterior y tratar de producir en la región lo que se consume, una iniciativa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
A partir de esta cumbre, comentan esos medios, el combate a la producción y tráfico de fentanilo, que tiene al parecer su base principal en México, ya no es sólo una prioridad para Estados Unidos, sino también para sus socios en el Tratado de Libre Comercio T-MEC.
En la reunión conjunta Joe Biden, Justin Trudeau y López Obrador acordaron trabajar juntos contra las drogas sintéticas, continuar con el diálogo sobre este problema y buscar una colaboración global más amplia sobre esta amenaza mundial.
Aunque la propuesta medular del mandatario anfitrión de lograr la integración de las dos partes de América y convertirla en una estrategia continental no fue bien atendida por Biden, quien fue claro en que sus prioridades se centran en Europa y Asia, el gobernante mexicano insistió en el tema.
Al menos consiguió la aprobación de ese consejo integrado por 12 especialistas, cuatro por cada país, para regularizar las importaciones.
A cambio se comprometió enfrentar más decididamente la producción de fentanilo, en particular la actuación de las Fuerzas Armadas en las aduanas para combatir la importación de sustancias usadas por los cárteles para producirlo en México y traficarlo a Estados Unidos.
Eso implica nuevas decisiones de Washington sobre el tráfico de armas a este país, aunque tampoco se abordó en la reunión y no figura n los acuerdos.
Otro aspecto a destacar es que, aunque las divergencias acerca de la reforma energética en México se eliminaron de la agenda para no contaminar la reunión con asuntos que se deben dirimir en otras instancias y no agriar las buenas relaciones que primaron en la cumbre, los participantes fueron proclives a explotar el litio para generar energías limpias y entrar de lleno en el mercado de los vehículos de cero emisiones.
Biden y Trudeau plantearon las directrices que América del Norte debe observar para reducir las emisiones de gases invernadero acorde con los compromisos establecidos rumbo a 2030 y hacer de la región una central de generación de energías limpias para el mundo entero mediante la producción de vehículos eléctricos.
También estaciones de carga para estos vehículos. “Vamos a explorar mercados del hidrógeno limpio, para cumplir con los compromisos que tuvimos en el Acuerdo de París”, puntualizó Biden.
Los puntos principales de acuerdos de esta X Cumbre de Líderes de América del Norte incluyen aumentar la inversión en las cadenas de suministro de semiconductores en los tres países y baterías de autos eléctricos.
La ampliación de lo que llamaron un mapeo de recursos minerales críticos de la región que, por supuesto, incluye el litio mexicano, y la asociación con el sector privado de la región para aumentar el desarrollo y la movilidad de los estudiantes, figura en lo acordado.
También incluye brindar a los migrantes un acceso simplificado a vías legales, es decir, la iniciativa de Washington de otorgar 30 mil visas mensuales a cuatro países emisores de migrantes y que presionan en la frontera entre México y Estados Unidos y, aunque de soslayo y sin más detalles, mejorar la coordinación y abordar las causas profundas de la migración irregular.
El aumento del intercambio de información y mejores prácticas sobre el Programa Binacional de Trabajadores Agrícolas Temporales, contrarrestar la xenofobia y la discriminación contra las personas migrantes y refugiadas, al igual que reanudar el diálogo sobre la Estrategia de América del Norte para Combatir la Trata de Personas figuran entre lo convenido.
Igualmente los líderes norteños se pusieron de acuerdo en potenciar la colaboración continua dentro del Diálogo de Drogas, revisar el plan del Norte para la influenza animal y pandémica, y combatir la violencia contra las personas LGBTIQ+.
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