En su habitual conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario retomó el tema del plan nacional de recuperación económica enunciado ayer e hizo precisiones prácticas y conceptuales para ilustrar que se trata de la aplicación de un nuevo modelo a la mexicana.
Nosotros nos adelantamos a la crisis del neoliberalismo, ya lo sabíamos y eso es lo que está en el plan nacional de desarrollo. Es un nuevo modelo, no se va a seguir con lo mismo porque sería un absurdo cuando el neoliberalismo se hunde, añadió.
Dijo que cuesta trabajo entender lo que estamos haciendo, pero esta es la vía mexicana, enfrentar la crisis con inversión publica para el desarrollo y el bienestar del pueblo, y haciendo énfasis en los más pobres y vulnerables, que es lo primero.
Lo segundo, buscar el pleno empleo en medio de la crisis, y tercero hacerlo con honestidad y austeridad republicana. Esa es la política, y estoy optimista de que vamos a seguir adelante como siempre, acotó. El mandatario revisó algunos de los aspectos del plan anunciado ayer a todo el país y dijo que siguen avanzado para tener todo preparado si hay un desbordamiento de la epidemia de Covid-19 para que haya camas, ventiladores, médicos, especialistas.
Hasta ahora es un proceso ordenado, no ha habido afortunadamente un avance del virus que nos sature los hospitales. Debemos seguir así y no confiarnos.
Lo primero es que salgamos de la epidemia y lo vamos a lograr, es lo que sostuve ayer a pesar de los pesares. No nos va a vencer el coronavirus. Lo segundo viene después, lo concerniente a la recuperación, señaló.
Es una crisis mundial y hay que sacrificarse, pero ahora es al gobierno al que le toca apretarse el cinturón, aunque algunos lo cuestionan y cáusticamente preguntan dónde está el plan para reactivar la economía. Lo que sucede es que quieren un banderazo para reinstaurar la corrupción en México y eso no va a pasar, reiteró.
López Obrador se comprometió en el curso de la semana dar a conocer todos los detalles del plan anunciado ayer que básicamente es una reactivación y ampliación de los programas sociales con un sustancial aumento de la inversión pública de miles de millones de dólares procedentes de diversas fuentes, incluidos fideicomisos y otros fondos de poco uso.
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