El jefe de Estado, Nicolás Maduro, precisó que a través de la frontera con Colombia ingresaron al territorio nacional alrededor de cinco mil 800 venezolanos, quienes reciben todas las atenciones necesarias en materia de salud y seguridad.
El gobierno bolivariano desplegó un dispositivo para garantizar las condiciones de operación y atender a los connacionales que ingresan al país, principalmente por el estado de Táchira, donde funciona un laboratorio móvil para realizar pruebas moleculares de detección del coronavirus SARS-CoV-2.
Ante la gran afluencia de migrantes procedentes en mayor medida de Colombia, Perú y Ecuador, las autoridades implementaron medidas adicionales de aislamiento social para evitar la propagación del patógeno en el país.
En tal sentido, el mandatario instó a los recién llegados a cumplir con todas las acciones de prevención; “les pido consciencia, sacrificio, Venezuela les da todo pero les exige disciplina, cumplimiento de las normas de salud y la cuarentena”, aseveró el jefe de Estado.
Miles de venezolanos en condiciones de vulnerabilidad decidieron retornar por vía terrestre a su país, al quedar desamparados ante las medidas de contingencia aplicadas en las naciones de acogida para contener la propagación de la pandemia.
La mayoría de los repatriados dependían de escasos ingresos provenientes de actividades informales, las cuales quedaron suprimidas como parte de las acciones de prevención; privados de sus escasos recursos financieros y carentes de la protección de los estados receptores, muchos emprendieron el regreso a la tierra natal.
El masivo retorno de migrantes y la respuesta del Ejecutivo bolivariano a las necesidades de sus connacionales echan por tierra la campaña mediática, que intentó dibujar un escenario de crisis migratoria y humanitaria en Venezuela. “La prensa que tanto los visibilizó cuando salieron de Venezuela ya no está para narrar su tragedia”, reseñó un informe del grupo de investigación y análisis Misión Verdad.
Según la fuente, “las imágenes de 2018 y 2019 de una población degradada, maltratada y herida, caminante de un país al otro, fue sumamente útil para, paradójicamente, endurecer el bloqueo económico que aceleraba esa situación”.
“Aquello fue un artefacto de utilería, una escenografía andante para recrear lo que siempre llamaron la crisis humanitaria” de Venezuela, agregó la publicación especializada.
En contraste, los grandes medios internacionales hicieron caso omiso del retorno a su país de miles de migrantes venezolanos, quienes en muchos casos resultaron víctimas de actos de xenofobia, fueron expulsados de sus domicilios o privados de acceder a los servicios asistenciales, de acuerdo con testimonios de los afectados.
El gobierno bolivariano denunció en reiteradas ocasiones la manipulación con fines políticos del tema migratorio como pretexto para construir un escenario de crisis humanitaria que justifique una intervención en el país sudamericano.
En agosto de 2018, el presidente Nicolás Maduro ordenó la activación del plan Vuelta a la Patria, que hasta febrero de 2020 facilitó el retorno de 17 mil 500 migrantes venezolanos en condiciones de vulnerabilidad en las naciones de acogida.
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