El experto subrayó que la enfermedad repercute en todo el sistema sanitario internacional por el grado de inversión provocado para encararla y que se restó de otras necesidades.
Mencionó la postergación de la vacunación de otras muchas enfermedades en numerosos países, también de intervenciones quirúrgicas y postergación de diagnósticos.
El galeno dijo que ello podría incidir en lo que denominó como exceso de mortalidades en varias naciones como Estados Unidos, que retornó a tasas de 1996.
Contrastó que en Dinamarca la mortalidad disminuyó, mientras que Suiza y Nueva Zelanda reportan índice cero.
Bagnulo argumentó que hay que aumentar la inversión en otros aspectos de salud. Al respecto añadió que la situación actual de la pandemia no amerita seguir haciendo altos gastos en pruebas de PCR.
Enfatizó que la pandemia generó una crisis mundial sanitaria que se expresa en huelgas en Estados Unidos, Reino Unido y España de personal sanitario, mientras que en Uruguay diversas especialidades médicas resultan afectadas.
Me preocupa un hartazgo en médicos y enfermeras a nivel mundial, apuntó, y mostró su preocupación por la disminución de quienes aspiran a estudiar medicina y enfermería por el desgaste tremendo de la pandemia.
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